OPINIÓN: ¿Turismo regenerativo?

Por Mariano Belenguer/

Viñetas: Miguel Porres

 

Hace unos meses escribí un artículo:"Viajad, viajad malditos" en el que al final me preguntaba si la pandemia nos serviría para replantearnos un cambio en esta forma de viajar, histriónica, invasiva y destructiva, que se ha impuesto en la últimas décadas, propia de una sociedad patológica como la que vivimos. Pero no parece que vayamos a cambiar de rumbo. Ni las grandes empresas del sector turístico están dispuestas a aplicar criterios éticos que mermen sus beneficios inmediatos, ni los gobernantes tienen el valor de enfrentarse a ellas.

 

 

Veamos algunos ejemplos de los absurdos y los sinsentidos que estamos viviendo en la actualidad, cuando todavía seguimos amenazados por la covid-19.

 

Tenemos los viajes restringidos, sin embargo no hago más que recibir insistentemente invitaciones a viajar por parte de varias compañías aéreas. Los  ganchos de esos viajes a los que nos invitan son dos: precios baratísimos y la posibilidad de cambiar los billetes en cualquier momento.

 

Ninguna de esas compañías me ofrece viajar de una forma diferente a antes de la pandemia: más cómodamente, con más espacio para mis piernas, con los asientos más separados, con más puntualidad, con mejor trato, con más seguridad y menos contaminación… No, eso no interesa. Tal vez algún día nos ofrezcan ir de pie, como en un bus. Como siempre, lo que importa es el número, la cantidad, no la calidad. En definitiva,  de nuevo apuestan por la masificación. Hubo a principio de la pandemia una propuesta para remodelar los asientos de los aviones. Cayó en saco roto, las compañías aéreas se llevaron las manos a la cabeza y por supuesto, nadie en Europa las obligó.

 

Desengañémonos, muchos expertos críticos reconocen que el turismo low cost va en contra de la sostenibilidad, por muchos términos bonitos que acuñemos como “turismo sostenible”, “ecoturismo”, “etnoturismo”, “turismo comunitario”, “turismo responsable”, “turismo solidario”, etc, etc, etc.

 

Ahora ha comenzado a escucharse uno nuevo: “el turismo regenerativo”, que también viene cargado de buenas intenciones. Se trata del mismo concepto del turismo sostenible, con algunos matices añadidos; no solo respetar los ecosistemas y el tejido social de los lugares visitados sino mejorarlos.  Sospecho que el concepto se quedará vacío en cuanto la maquinaria aplastante del sector turístico se ponga en marcha.

 

No cuestiono que todo el mundo tenga derecho a viajar, pero la clave, la única clave de la "sostenibilidad" y la "regeneración" está en viajar menos y viajar mejor. Apreciaríamos más el valor y la cultura del viaje.

 

Otro ejemplo: todos hemos leído o escuchado estas últimas semanas las informaciones sobre las “invasiones” semanales que ha “disfrutado” Madrid, de nuestros vecinos, jóvenes franceses, que vienen a tomar unas copas a los bares madrileños, aprovechando las insensatas medidas del gobierno de Ayuso y los vuelos baratos de fin de semana.

 

A la mínima de cambio, y a riesgo de nuevos rebrotes, se abren las fronteras para el turismo. Baleares, Canarias… ¿Cuál será la próxima?

Tengo familiares y amigos que para ir a ver a sus padres dependientes, a sus hijos, a sus parejas que viven en otras comunidades autónomas, en las próximas vacaciones van a tener que avalarlo con certificados de dependencia, declaraciones juradas y otros documentos que justifiquen sus viajes. Y eso dentro de un mismo país, pagando trayectos mucho más caros que un vuelo low cost de París-Madrid.

 

Mientras tanto, las compañías aéreas “Strujan Air” (que cada uno ponga el nombre que quiera) preparan sus flotas multiplican sus vuelos low cost para que los centroeuropeos, en pleno repunte de la pandemia, vengan a tomar copas a las islas y costas de la “gran taberna” de Europa. Contrariamente a mis amigos y familiares, solo necesitan un PCR

 

¿Turismo regenerativo?. ¿¡Regenerativo…!? ¡Qué vengan las  plagas de langostas, como las llama Manuel Vicent!, eso sí con su PCR.  ¡Qué retorne el BOOM turístico, caiga quien caiga!

 

Algo no está funcionando bien en este país, ni en la vieja Europa, ni en este mundo neocapitalista que estamos viviendo.

Escribir comentario

Comentarios: 4
  • #1

    Antonio López (sábado, 20 marzo 2021 20:28)

    ¡Qué razón tienes!!. Acertado artículo

  • #2

    María Ruiz (domingo, 21 marzo 2021 10:27)

    Así nos va, el mercado manda. Respecto a la masificación de los viajes, totalmente de acuerdo. La degradación irá a mayores. Difícil solución. Saludos.

  • #3

    Jorge M. Casals (lunes, 22 marzo 2021 10:49)

    Lo de las compañías aéreas es una vergüenza. Cada vez respetan menos a los pasajeros. Parece que los vuelos low cost conllevan la falta sistemática del buen trato a los pasajeros. Y lo malo es que lo aceptamos con resignación por ser "baratos".

  • #4

    Mónica Sánchez (sábado, 27 marzo 2021 21:41)

    Yo sin poder moverme de mi ciudad para ver a mi familia y los extranjeros tomando copas por donde quieren. ¡De Vergüenza, vamos¡. Mucha razón lleva el artículo.

ENTIDADES COLABORADORAS

Síguenos en Facebook
Suíguenos en Twitter

Si tienes interés en recibir notificación de los nuevos artículos publicados en este sitio web puedes registrar tu dirección pinchando en el siguiente enlace:

 

LUGARES DESDE

DONDE NOS VISITAN

Edita: Sociedad de Periodismo

de Viajes. 

Colabora: Seminario Permanente de Periodismo de Viajes

spviajes@gmail.com