Por Redacción Andanzas
José Asunción Silva fue un poeta colombiano reconocido por ser un precursor que introdujo los cánones del modernismo literario en su país. También es recordado como un poeta maldito por su trágica muerte a los treinta y un años y su desafortunada existencia que lo condujo al suicidio.
Nació en el seno de una acomodada familia de Bogotá. Sus padres, Ricardo Silva y Vicenta Gómez, tuvieron cuatro hijos más, pero de todos ellos solo sobrevivió su hermana Elvira con la que mantuvo siempre una estrecha relación y a la que dedicó uno de sus más conocidos poemas: Una Noche (Nocturno III)
En su biografía se resalta que muy pronto comenzó a escribir, tal vez por influencia de su padre que pertenecía a un grupo literario llamado El Mosaico, que reunía a un conjunto de escritores costumbristas.
En 1880 comienza su primera colección de versos bajo el título de Intimidades. En su corta vida viajó a París, Londres y Suiza. También residió un tiempo en Venezuela, como representante diplomático en la Legación Colombiana de Caracas, pero su vida transcurrió fundamentalmente en su ciudad de origen.
Escribe en revistas literarias y se relaciona con la prensa de la época, tanto en Bogotá como en su estancia en Caracas.
Le acompañó la mala suerte. Su padre falleció en 1887 dejando un negocio lleno de deudas y en bancarrota que no pudo remontar. Su querida hermana murió cuatro años después, en enero de 1891. En uno de sus viajes de Caracas a Bogotá fue víctima de un naufragio en el que perdió una gran parte de su obra literaria; y, en los últimos años, sus penurias económicas se volvieron cada vez más acuciantes.
En la noche entre el 23 y el 24 de mayo de 1896 se disparó un tiro. El día anterior le había pedido a su médico que le dibujara en el pecho el lugar donde tenía exactamente el corazón
En el mes de abril de 1895 escribe el soneto que reproducimos a continuación —inspirado en los maravillosos paisajes fluviales colombianos— que se publicó en la revista el Repertorio Colombiano.
PAISAJE TROPICAL
Magia adormecedora vierte el río
en la calma monótona del viaje
cuando borra los lejos del paisaje
la sombra que se extiende en el vacío.
Oculta en sus negruras el bohío
la maraña tupida y el follaje
semeja los calados de un encaje
al caer del crepúsculo sombrío.
Venus se enciende en el espacio puro,
la corriente dormida una piragua
rompe en su viaje rápido y seguro
y con sus nubes el poniente fragua
otro cielo rosado y verde oscuro
en los espejos húmedos del agua.
PARA SABER MÁS:
https://www.casadepoesiasilva.com/
http://www.los-poetas.com/b/silva1.htm
https://www.cervantesvirtual.com/portales/asuncion_silva/cronologia/