Por Alejandro García Vizcaya
La historia de España y la de hispanoamérica están intrínsicamente unidas por una herencia común. Uno de los ejemplos más honorables es el de Juan Pablo Duarte,
progresista, anticolonalista, liberal y quien fuera, junto a Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez, uno de los considerados "padres de la patria" en República Dominicana. Sin
embargo, los orígenes de este activista y revolucionario se encuentran muy lejos de los países caribeños, en Vejer de la Frontera.
Hijo de Juan José Duarte, nativo de Vejer de la Frontera que emigró a las Indias en busca de un futuro mejor basado en el comercio transoceánico, empresa que le generó un gran beneficio económico que puso al servicio de la independencia de su nueva patria. Allí en Santo Domingo, un 26 de Enero de 1813 nació Juan Pablo Duarte, quién llegaría a convertirse en el primer presidente de la República Dominicana. En esos años, la situación de la República Dominicana era bastante convulsa, ya que la vecina Haití estaba sufriendo fuertes revoluciones sociales como consecuencia de ser colonia francesa en plena Revolución. Además, la firma de la Paz de Basilea entre España y Francia hacía que la primera le hubiera cedido su parte de la isla de La Española en la que ambas colonias se asentaban. Por otra parte, los sucesos del Trienio Liberal en España habían desencantado a la élite intelectual dominicana que declaró la Independencia Efímera en 1821.
Como respuesta, el presidente haitiano Jean-Pierre Boyer invadió con su ejercito la República Dominicana, abolió la esclavitud definitivamente, impusó el francés como lengua oficial y tomó medidas que debilitaron a la clase burguesa dominicana. Pero en 1831, un Juan Pablo Duarte que había viajado por Europa y había conocido la Revolución de Julio, vuelve a su hogar y funda el movimiento revolucionario de La Trinitaria, para acabar con la ocupación haitiana. Tenían una estructura clandestina, y los miembros juraban luchar por la independencia de la República Dominicana bajo el lema "Dios, Patria y Libertad".
En 1842, con el gobierno haitiano convertido en una verdadera dictadura, los trinitarios se sumaron al movimiento de La Reforma, que tumbó la dictadura aunque el nuevo presidente haitiano, Charles Hérard, se enfrentó a los reformistas por buscar la separación de ambas naciones. Esto obligó a Duarte a exiliarse, y, al enterarse de la muerte de su padre, pone en venta todo su patrimonio para financiar la revolución independentista. Los dominicanos, liberales y conservadores, se unen y declaran la independencia el 27 de febrero de 1844. Un mes después, Duarte retorna con armas que había comprado con el dinero de su herencia, y es aclamado como "Padre de la patria", nombrado general del ejército y vocal de la Junta Central que gobernaba el país. Resulta interesante conocer cómo, aunque la Junta le ofreció el cargo de presidente, él decidió que solo lo aceptaría por votación mayoritaria de los dominicanos, lo que no ocurrió y fue nombrado Tomás Bobadilla en su lugar.
Más tarde, cuando Bobadilla y los conservadores se habían adueñado del poder, Duarte encabezó un golpe de Estado para restaurar el poder liberal. Aunque volvió a nombrársele presidente, volvió a rechazar el cargo. Poco después, el general conservador Santana tomó la capital y mandó apresar a Duarte y mandarlo al exilio en Venezuela. Este lo permitió para evitar una guerra civil que los haitianos pudieran aprovechar, y pasó años oculto en la selva venezolana, mientras Santana reconvirtió la nación en colonia española. En 1864, Duarte vuelve a Santo Domingo al servicio del nuevo gobierno liberal como consul para recabar apoyos de las naciones hispanas contra España, pero esto se convirtió en otro exilio sin la pensión prometida.
Aunque murió finalmente en Venezuela en 1876, sus restos, curiosamente, fueron traidos a Santo Domingo por el dictador de ascendencia haitiana Ulises Heureaux en 1884, y en 1944 depositados en el Altar de la Patria.
El legado de este hijo de vejerianos llega mucho más allá de la política, ya que fue un mecenas del teatro dominicano que promoviera los ideales liberales, y da nombre a lugares como Pico Duarte, la montaña más alta del Caribe, Juan Pablo Duarte Square en Nueva Jersey, o la Juan Pablo Duarte Boulevard en Nueva York. Entre numerosas placas y estatuas que le conmemoran, cabe destacar el busto que posee en su otra patria, Vejer de la Frontera, Cádiz.
Es, por tanto, uno de esos hombres y mujeres que, a lo largo de la historia, han dejado su huella patente en diferentes lugares del mundo dónde aún hoy se les recuerda.
Fuentes:
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/d/duarte_juanpablo.htm
http://www.jmarcano.com/mipais/biografia/duarte.html
http://www.educando.edu.do/articulos/estudiante/juan-pablo-duarte-y-diez-padre-de-la-patria/
https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Pablo_Duarte
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