Por Javi Domínguez (desde Chile)
El Gobierno de Chile, presidido por Sebastián Piñera ha ignorado las solicitudes del pueblo Rapa Nui, originario de la Isla de Pascua, en la modificación de la reforma constitucional. Las medidas acordadas en cuanto a materia de ingreso y residencia a la isla de aquellas personas ajenas a la cultura Rapa Nui han sido rechazadas contra lo establecido en el Convenio 169 de la OIT, Convenio Sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes. En el caso del Estado chileno, se debería consultar al pueblo Rapa Nui sobre aquellas medidas que le afecten directamente.
En el artículo aprobado por el pueblo Rapa Nui y declinado por el gobierno de Piñera, se apuesta por la restricción de circulación, permanencia o residencia en la isla como medida protectora para el medio ambiente y la cultura pascuense. Sin embargo, el gobierno chileno ha modificado dicho compromiso despojando a la Isla de Pascua de su condición de territorio especial. De esta forma se equiparan estos derechos con los del resto de Chile poniendo en peligro la conservación y sostenibilidad de la isla.
Este conflicto por la soberanía de los derechos de los Rapa Nui ha provocado que el representante y defensor de los derechos humanos de este pueblo, Rafael Tuki Tepano, materializase su disconformidad con la ruptura de cualquier negociación con el gobierno el pasado 26 de abril. Tuki Tepano declinó participar en las futuras “mesas técnicas de Migraciones” hasta que el gobierno chileno actúe acorde a lo establecido en concierto internacional en materia de los pueblos originarios.
La Isla de Pascua, famosa por sus moais, se encuentra en el archipiélago de la Polinesia a casi 4000 kilómetros de Chile y desde 1888 pertenece al territorio chileno.
Más información: Blog de Bartolomé Clavero
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