Por Rocío Gavala
Nuestro mundo se está destruyendo a pasos agigantados y como no seamos capaces de tomas medidas urgentes, serán nuestros hijos y nuestros nietos a quienes les tocará vivir y luchar en un planeta moribundo, contaminado y degradado por culpa de sus antepasados.
Los pequeños viajeros que hoy están junto a nosotros serán parte de ese futuro. Está en nuestras manos, que los eduquemos en valores fundamentales para que aprendan a preservar nuestro planeta y para que puedan disfrutar de su diversidad ecológica y cultural.
Uno de los lenguajes universales son las imágenes y cortos animados como el de La abuela grillo, un proyecto multicultural, basado en un mito del pueblo ayoreo sobre el agua. Produciones audiovisuales como ésta pueden hacer comprender a nuestros pequeños tanto la importancia del agua, como la situación que viven miles de personas de otros lugares del mundo.
Mantener el planeta para que nuestro pequeños viajeros pueden vivir y disfrutar de su biodiversidad, o simplemente para que puedan subsistir, es una prioridad frecuentemente recordada, pero muy poco asumida por los que detentan el poder político y económico.
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